El lado malo del Foro

El primer día del Foro del Agua y la Energía en Quiahuixtlan estuvo marcado por la mala organización, pues no solo se inició más de una hora tarde, sino que la logística fue desordenada y los espacios mal planeados, pues si bien las conferencias se dieron en una carpa a algunos metros de la playa, faltó ventilación, por lo que los asistentes morían de calor.

Luego los organizadores, la Junta de Mejoras, llevaron a la prensa a comer a una fonda en donde el platillo de cena tuvo un costo de 25 pesos, que incluía una cucharada de sopa de codo con dos rebanadas de pan y un vaso de agua simple, por lo que si alguien quería pedir algo más tendría que pagarlo de su bolsa, únicamente en este lugar, ya que cercano a la zona no había ningún otro establecimiento abierto.

Para salir del paso con las protestas de los reporteros pidieron a la fonda que se prepararan enchiladas y para quienes hubo suerte arroz, todo por los mismos 25 pesos.
Aunado a esto se anunció que los reporteros y fotógrafos tendrían que pernoctar las tres noches que duraría el evento en una casa prestada en el campamento del Farallón, donde incluso habría que compartir los espacios entre más de 20 fotógrafos y reporteros que asistieron para la cobertura de las conferencias.

Gente cercana a la organización del Foro del Agua y la Energía en Quiahuixtlan hicieron comentarios agudos acerca de la organización de este evento, en el que se sospecha de cierto desvío de recursos.

Este comentario, incluso venido de funcionarios de alto nivel, no fue de a gratis, pues se señaló que cómo es posible que un evento como este, para cuatro días y a penas una docena de ponentes, en instalaciones prestadas y con los favores hasta del Gerente de Laguna Verde, tuviera un costo de 7 millones de pesos, cuando el presupuesto de todo un año de la Coordinación Estatal de Medio Ambiente (CEMA) perteneciente a la SEDESMA, a penas llega a los 11 millones de pesos.

Y es que si bien se trajo a conferencistas de la talla de Pedro Arrojo y el premio Nobel mexicano Mario Molina, no es posible pensar que se les haya pagado más de 200 mil pesos para concederles caprichos, incluso tan altos como los del cantante Reyli, Natalia Lafourcade o la propia Guadalupe Loaeza.

Entre las suspicacias que se dejaron escuchar estuvo el no tan alocado cálculo de cuántos rellenos sanitarios se podrían haber construido con esos 7 millones de pesos, el número de plantas de tratamiento para municipios pequeños o la cantidad de árboles que se pudieron reforestar y que fueron sustituídos con un foro en el que si bien la buena voluntad estuvo presente entre los ponentes, al igual que las propuestas para hacer un mundo mejor, estas soluciones no fueron aceptadas, aunque si muy celebradas.

El cuidado del medio ambiente huele a muerto y no precisamente por la contaminación o la desaparición de especies, sino por la cantidad de políticos muertos y resucitados que se hicieron presentes en el Foro del Agua en Quiahuixtlan y uno de ellos que no perdió la oportunidad de robar 15 minutos de atención para hablar en primera persona y tratar de impresionar a Pedro Arrojo, Javier Solorzano y Gustavo Coronel con sus rebuscadas palabras que no llevan a nada fue Franklin Rendón, quien en el gobierno alemanista fuera Coordinador de Medio Ambiente (en sustitución de Keyla Franco) y quien por cierto no dejar ir viva ninguna ocasión que puede para pasearse ostentando el cargo de "asesor" del Gobernador en Medio Ambiente (aunque nadie de los ambientalistas sabe qué cosa le asesora) y buscando que le den el lugar que ahora ocupa Alonso Domínguez Ferráez.