Con el cierre de una sola calle se ocasiona un verdadero caos, se trastorna la ciudad, pareciera como si todo el tráfico vehicular de la ciudad intentara pasar por el mismo lugar.
Y para colmo...¡¡¡LLUEVE!!!.
Parece que el hombre, la naturaleza y hasta la tecnología se ponen de acuerdo para trastornar el tránsito en una parte de la ciudad, que por cierto es considerara la "via alterna" a las calles de por si cerradas por las obras, ocasionando que la vida de los pobres conductores se pierda a cuentagotas encerrados en el interior del coche.
Viernes
17:35 horas. En la zona de Lázaro Cardenas el tráfico es lento por las obras, pero uno decide inocentemente tomar algunas calles como Pípila para llegar a Américas, que curiosamente también tiene la circulación lenta y uno empieza a buscar el mejor carril para pasar, préndes el radio y empiezas a escuchar una canción vieja, que no recuerdas cómo se llama, pero era del rock ligero que oías por tus tiempos de secundaria, hasta acá la situación va tranquila, incluso le das chance a los coches de meterse en tu carril mientras los taxistas que vienen atrás te pitan y te mientan la madre.
17:50 horas. Ya tienes poco más de 15 minutos adentro del coche y no has podido avanzar más que dos cuadras de la avenida Pípila, caramba un recorrido que regularmente haces en 15 minutos parece como si lo fueras a hacer en dos horas, y empiezas a ver cómo empiezan a caer algunas gotas de agua, mientras le sigues dando chance de pasar a la señora que viene en el camionetón, permites que pase el taxista que no ha parado de pitarte por acomedido, total, ¿para qué te quieres estresar? Es más, lo tomas con filosofía y hasta mojas tu franela para limpiar el volante y arreglar la ventila del coche que esta atorada porque algún maleducado le metió algo cuando le dabas un "ride".
17:55 horas. Sigues en Pípila, pero ahora empiezas a notar las señales de que verdaderamente algo pasa y no tiene nada que ver con que es viernes, quincena o con el aguacero que ya cae y que no te permite abrir la ventanilla del coche para sacar la cabeza y ver lo que ocurre más adelante. A través del parabrisas y de las gotas de lluvia empiezas a notar una torreta amarilla funcionando.
18:15 horas. Por fin llegas a la esquina de Pípila y Américas y ves a una turba de automovilistas atravesándose imprudentemente a pesar del semáforo que esta funcionando en cada esquina, oyes cómo pitan unos y otros y te das cuenta de que la continuación de Pípila está cerrada con una línea de conos de tráfico, si de esos naranja que a veces ponen para cerrar calles hasta en las fiestas populares, y una camioneta de la CFE estacionada en una esquina con la torreta encendida. Entonces tienes que buscar una alternativa para llegar al centro, ahora escuchas al locutor de radio que te recomienda paciencia por el tráfico, al contrario empiezas a desesperarte, mientras ya programó "Personal Jesus" y la escuchas en lo que te le metes como dolor de muela a quien se deje, te olvidas de la cortesía y te das cuenta de que ya le empiezas a gruñir y a mentar la madre al aire, porque nadie te puede oír adentro de tu coche, con las ventanillas cerradas por el aguacero.
18:40 horas. ¡¡No puede ser!! Sigues en Américas, estas a una cuadra de Miguel Alemán y no puedes pasar porque para colmo un camión se quedó atorado delante de ti en un camellón, porque por el desvio que tuvo que hacer por el cierre de Pípila, terminó saliendo por Justino Sarmiento ¿Cómo? a lo mejor ni el chofer lo sabe. Por lo menos ya dejó de llover, pero si bajas la ventanilla corres el riesgo de que te llenen la boca y el coche de agua de charco por la circulación de los vehículos que pasan junto de ti salpicando, ahora estas oyendo "Don´t stop me now" y estás hecho una fiera, vaya no quieres ni que te vean.
18:55 horas. Por fin llegaste a 20 de noviembre esquina con Revolución y ves tan cerca el centro que no lo puedes creer, cuando cometes la estupidez de tomar hacia la izquierda para bajar por insurgentes. Ohhh pinche sorpresa, maldita estupidez, 20 de noviembre esta cerrado a dos cuadras y te vuelven a desviar, y te empiezas a dar de topes con el volante porque no tomaste hacia Clavijero en lugar de irte buscando el lado contrario. Para colmo te piden el paso y por supuesto tu encabronamiento llega a tanto que de plano te niegas y hasta te paras estratégicamente para no dejar pasar al otro conductor en caso de que decidiera jugársela y ganarte.
19:00 horas. Una hora y media de la avenida Encanto hasta el centro y sigues atrapado en una calle que ni idea tienes cómo se llama, porque nunca la tomas, de hecho no hay ningun negocio o casa, local o algo que te ubique y empiezan otra vez las gotas de agua a caer, mientras la música del radio se acaba y empiezas a escuchar las noticias, bueno, ahora sabes que a alguien le va peor que a ti.
19:05 horas. ¿Cómo? Quien sabe qué hiciste o a qué calle te metiste pero ya estas en Poeta Jesús Díaz y estás a un paso de bajar por Insurgentes y entonces te enteras que en Pípila se cayó un poste de luz y que por eso tienen cerradas al menos dos calles.
19:15 horas. Por fin llegaste al centro, estas nada menos que en una calle que sale hacia Alfaro y como mandado a hacer encuentras un lugar donde estacionarte, parece que tu suerte va a cambiar, aunque esa mas de hora y media de tu vida que perdiste en el tráfico no la vas a recuperar jamás, estas por bajarte del coche y el caparrón se suelta. Vaya solo te falta que venga un perro y...cuando en ese momento una señora te empieza a reclamar quien sabe qué, pero parece que tiene que ver con el lugar donde te estacionaste, como tienes prisa no te queda de otra que aguantarte las ganas de contestarle y correr, con el riesgo de que la maleta de la compu, tus papeles y hasta tu y tu "peinado de salón" se te echen a perder por el aguacero.
viernes, 28 de agosto de 2009
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2 comentarios:
Ese post deberia de llamarse, como perder 2 horas de tu vida, en muy poco espacio ja.
Querida:
Si te sirve de consuelo, también estaba ahí. También giré hacia el lado equivocado. El pedo es que yo iba hasta la hermana república de Coatepé.
En fin, que esta ciudad ya no es la misma. Creo que es nocivo escuchar Digital 96, pues nos recuerda cómo era Xalapa hace 20 años. ¡Cómo se transfortmó en este infierno de puentes caidos! ¿En qué momento pasó eso que ni cuenta nos dimos?
Atte.
Estela Casados
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