Locas y criminales

No hay violación mayor a una mujer que el hecho de que otra persona ejerza poder sobre su cuerpo, y mucho peor cuando aún sin aplicar el tacto o la fuerza física se somete a la persona a la voluntad de otra.

Esto fue lo que pasó en el Congreso Local Veracruzano, 37 diputados, de los cuales cinco son mujeres, aprobaron, sin el menor engorro, la ley que protege a la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural", pero además se aprobó una reforma al artículo 150 del Código Penal, para sancionar el aborto con atención psicológica y una multa de 80 salarios mínimos cuando sea por primera vez, pero si es reincidente, se agregará además la pena de cárcel.

Vaya, ahora no solo se le calificará a las mujeres que deciden sobre su cierpo como criminales, sino hasta como locas o enfermas solo por no aceptar que vienen a este mundo a ser madres.

A primeras luces esta reforma suena hasta romántica, como lo sonarían los celos de novios, pero en realidad el fondo de ambas cuestiones son violatorias de los derechos humanos de las mujeres y sobre todo son violencia.

Ya al revisarla más a fondo, la reforma que se hizo desde la Constitución, afecta el hecho de que las mujeres puedan decidir sobre su maternidad, si quieren tenerla o si no, si quieren continuar con un embarazo o no.

El argumento que se da es "habiendo tantos anticonceptivos, ¿para qué van a abortar?" y el contra argumento que se puede dar con cifras es que el 67 por ciento de los anticonceptivos fallan, por lo que muchos de los embarazos son producto de estas fallas que tienen los anticonceptivos.

Pero fuera del tema de los anticonceptivos, están los casos en los que las mujeres son violentadas por sus parejas y obligadas a embarazarse, bajo la equivocada idea de que las mujeres "deben ser como las escopetas, cargadas y detrás de la puerta", sin importar que sea el quinto o sexto hijo, o sea un riesgo a sus más de 40 años con una vida de desnutrición, maltrato y todo tipo de violencia.

Claro, esto no quiere decir que el aborto sea la solución a los problemas de las mujeres, no, definitivamente no, de hecho es una decisión difícil, pero si es una decisión que deben tomar cada una cuando se enfrenta a la noticia de un embarazo no planeado y mucho menos deseado.

El punto aquí es el respeto a lo que cada quien quiera hacer su vida, ya decía mi difunta abuela, quien por cierto reconoció que en sus tiempos eran comunes los abortos para ya no tener más hijos, "cada quien puede hacer de su vida un papalote" y ese es el asunto, para qué alguien, que ni me mantiene, ni me conoce, ni me va a ayudar a atender a un hijo o un embarazo me va a imponer la maternidad o me va a decir si puedo o no interrumpir un embarazo.

Como siempre, las cifras son las que apoyan toda teoría, y solo en Veracruz, en un plazo de solo ocho años, se han hospitalizado a 83 mil mujeres por complicaciones de abortos mal practicados, clandestino es inseguros para su fertilidad y su vida.

En esos mismos ocho años, han muerto 67 mujeres por complicaciones en el aborto, debido a infecciones, hemorragias por perforaciones de la matriz y esto, solo de los casos que se tienen registrados según las cifras oficiales, del INEGI, SSA y otras instituciones nacionales.

Con todo y eso, osea con 83 mil mujeres hospitalizadas por complicaciones, para el secretario de salud, Manuel Lila de Arce, el aborto no es un problema de salud, pero la influenza que ha afectado apenas a unos cuantos veracruzanos si es prácticamente una señal del apocalipsis.

Pero ni modo, los derechos humanos de las mujeres fueron violados, incluso por cinco diputadas mujeres, que olvidando su género, callaron e incluso se atrevieron a pedir ayuda psicológica para las que abortan y estas mujeres, que ojalá nunca lo necesiten o nunca lo hayan necesitado son nada menos que las priístas Elvia Ruíz Cesáreo, Marilda Elisa Rodríguez Aguirre, Bernardina Tequiliquihua Ajactle, Ángela María Perera y la que pidió la "ayuda" psicológica, la panista María de los Ángeles Sahagún Morales.